José Antonio Gómez Ceballos
1. helmikuuta 2025
Hotel mejorable, cuartos de baños en cabinas que es lo más incómodo que existe, aunque en Londres son casi todos así, la limpiadora dejo la puerta de la habitación abierta y cuando llegamos por la noche después de todo el día en la calle, solo me apolle en la puerta y estaba abierta, no sé aseguró ni de dejarla cerrada, gracias que nadie entró pero podía habernos hecho un destrozo, son cosas que deberían de asegurarse al menos. El tamaño de la habitación correcto. La cama eran 4 palos de madera que crujían por todos lados, un colchón antiguo y un plumífero encima sin funda que lo cubriera todo ni nada, podrían currarselo un poco más con una simple sábana que cubriera y ocultará todos esos empalmes para formar una cama.
Käännä