Duran Quintairos
23. joulukuuta 2024
Ubicado en la Calle Specchieri, a dos minutos andando de San Marco, es un hotel acogedor y cómodo, con habitaciones confortables.
Cuenta con ascensor, gimnasio (que no utilizamos) y un comedor para desayunos, no demasiado variados pero abundantes y sabrosos, tanto en dulce como en salado. También ofrecen meriendas gratuitas que nunca aprovechamos, pero es interesante por si se anda por la zona y se quiere un tentempié.
Las habitaciones dobles tienen baño completo con ducha y secador de cabello. En el cuarto hay armario, caja fuerte, nevera y escritorio, además de hervidor y surtido de café y té.
Todo está impecablemente limpio y ordenado, aunque podría haber algún enchufe más cerca de las mesitas de noche. En la primera habitación que nos dieron el aire acondicionado hacía mucho ruido, y nos cambiaron sin problemas a otra más silenciosa.
En recepción hablan muchos idiomas, casi todo el personal hablaba español, lo que nos facilitó mucho las cosas. Fueron muy amables y nos dieron muchos consejos para aprovechar la estancia.
Una de las cosas encantadoras es que se sigue dejando la llave en recepción, lo que acentúa el aire bucólico del hotel.
En los alrededores hay numerosos restaurantes y tiendas con precios razonables para estar junto a la plaza de San Marcos.
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