Alejandra C
6. huhtikuuta 2025
Primera vez conociendo Ushuaia. Por lo tanto primera vez en el hotel. A falta de 1, estuve 2 veces durante el mes de Marzo en este alojamiento y en ambas oportunidades tuve una experiencia impecable. La primera fue por trabajo, es el alojamiento con el que trabaja mi empresa; me alojé en una habitación con vista a la bahía. Totalmente recomendable, la vista vale totalmente la pena, la habitación en planta baja estupenda, limpia, prolija, acogedora, la cama espectacular (todavía la extraño) La segunda vez, con sólo 1 día de diferencia, fue porque terminando mi trabajo me trasladé ya con mi pareja, a otro alojamiento pagado por mi y la experiencia fue tan desagradable que ni bien llegué quise volver a Altos Ushuaia; esta vez fue una habitación en el segundo piso con vista al jardín; también divina, acogedora, cama fantástica, calefacción perfecta, baño espacioso. Leo malos comentarios sobre las habitaciones y no lo puedo creer. Mis compañeros de trabajo tuvieron habitaciones similares a la mia y son todas nuevas, impecables y prolijas. El baño espacioso, iluminado, la ducha con excelente presión y regulaba enseguida la temperatura del agua. Como algo personal, me gustó mucho la presentación del jabón y el shampoo en las botellas de vidrio y además el aroma delicioso. La heladerita del frigobar correcta y con lo justo y necesario si te agarraba un bajón a media noche. También podías dejar allí algún alimento o bebida que requiriera refrigeración y si no entraba, se lo podías dejar a los chicos de la cocina del restaurant que te lo guardaban ellos. La atención en general muy buena, con predisposición para asistirte y ayudarte en lo que pudieran, tanto los chicos de recepción como el personal del restaurante y del desayuno. Amables y atentos todos, la chica que nos atendió durante las cenas muy simpática. El desayuno es muy bueno también, lo esperaba ansiosa cada mañana. Aprox a las 6.30 / 7 am, invadía el olorcito a pan y horno caliente y ya te invitaba a aparecer en el desayunador con una sonrisa y el remate es la vista excepcional desde el lugar. El desayuno tiene variedad, hay frutas de estación muy frescas, yogures, ofrece opciones dulces y saladas de pasteleria casera riquisimas y las típicas opciones de huevo revuelto, salchichas y demás; hay jugo natural, el café me resultó muy rico también. Mención especial los alfajorcitos de maicena, fueron una caricia al alma, los recuerdo con una sonrisa. Tiene un jacuzzi al aire libre que está bastante bueno. Tenés que coordinar con la recepción, quien te acompaña a prepararlo y lo dejan listo. Yo me equivoqué y no coordiné y aparecí en la recepción preguntando para usarlo y la chica no tuvo inconveniente, después me dí cuenta que tuvimos que haber coordinado, sin embargo con la mejor predisposición dejó de hacer lo que estaba haciendo y me acompañó a preparar el baño. Lo único a tener en cuenta es que está al aire libre, ya en marzo hace frío, es una experiencia en sí misma, si sos friolento no
Käännä