Parador de Ubeda

El baño no estaba excesivamente limpio. Las instalaciones de las habitaciones bastante antiguas, necesitan reforma ya, al menos poner duchas.

El Parador de Úbeda es uno de los más bellos de la cadena. Tiene ahora mismo un problema: las obras. Su fachada está tapada por una enorme lana y la escalera no se puede utilizar más que a partir de las 17 horas, además consta de 14 escalones. El acceso se realiza por una entrada lateral que incluye una corta escalera de caracol. Espero que se mejore la accesibilidad para cualquier persona con problemas de movilidad. Todo el personal del Parador está dispuesto a dar el máximo para evitar cualquier pega, recogiéndote las maletas y llevándolas hasta la habitación. Llegamos el infausto día del APAGÓN TOTAL, 28 de abril, unos minutos después del comienzo de la especial situación. En el Parador no hubo ningún problema ya que disponían de un generador que estuvo en marcha durante unas 20 horas. En la Recepción nos encontramos con una persona entregada a su quehacer de manera sobresaliente: María Mar. En el Restaurante, tanto Juan Carlos como Daniel son profesionales excepcionales. El servicio de habitaciones es absolutamente eficaz y de gran categoría. En el Restaurante la comida es variada y de calidad, destacaría el paté, el secreto, los andrajos, el bacalao y, de postre, sin duda, el MILHOJAS, lo montan allí mismo y cierra la comida con un sabor fuera de serie. En la misma plaza del Parador hay siete monumentos que ver, en una ciudad especialmente brillante. La alfarería de Úbeda sobresale en la Plaza del Ayuntamiento. La tienda no deja ver en el exterior la variedad, calidad y cantidad que atesora dentro. Los dulces de las "clarisas" son una demanda que hay que atender siempre. Durante el par de días de nuestra estancia disfrutamos de un gran Parador y mejor personal. Hasta pronto y, por favor, no se olviden del acceso de las personas que puedan tener dificultades de movilidad.

Entrée,petit salon,chambre accessible après qques marches, salle de bain plutôt rétro. Vue sur les bâtiments classés du village. Plateau de courtoisie. Bon petit déjeuner salé sucré et vous pouvez même commander des oeufs brouillés. N oubliez pas la pince pour vous servir....