Swiss Moraira Hotel & Spa - Designed for Adults

Hotel excelente, buen desayuno, muy buena limpieza y lo mejor de todo, el trato muy amable y atento de todo el servicio y en especial la directora SILVIA, siempre pendiente del más mínimo detalle para hacerte la estancia lo más agradable posible.. Un hotel ideal para descansar Y tomar el sol.. La piscina extraordinaria rodeada de un paisaje estilo Tailandes.. En fin un hotel perfecto para descansar y pasar unos días tranquilos y relajantes..

Hotel solo adultos en el que disfrutamos 2 noches, y sí, las disfrutamos, porque estás de vacaciones, de relax y si tienes que pagar 52 € por 4 mojitos, los acabas pagando, porque tienes tu momento de relajación y desconexión, que para eso has estado trabajando duramente el resto del año, y si te quieres tomar un mojito en la piscina, es un pequeño capricho que te das. Bueno, el personal del hotel bastante bien en general. El camarero que nos tocó en el bar de la piscina el primer día, un prepotente, le pido la carta de bebidas y me dice "soy yo", luego 52€ por 4 mojitos, nada del otro mundo, normalitos. Ya que meten esos sablazos, por lo menos deberían de tener los precios fuera para el bar de la piscina, aunque tienen buen servicio porque el personal del bar atiende en las tumbonas. Si te imaginas un hotel del los años 80 o 90 reconvertido, que hayan decorado con intentos de muebles que podrían ser de estilo colonial, y un contenedor traído de Bali, con todo tipo de objetos en madera tallada, estás en el SWISS. La piscina tenía muchos bichos flotando a todas horas, incluso avispas, y los fondos no estaban muy limpios tampoco. Sé que la limpiaban por la mañana porque lo vi, pero me da la sensación de que sin mucho esmero. Las fotos y videos lo muestran más espectacular de lo que es en realidad, ahí han invertido bien, el marketing es importante. Hotel solo adultos, no adaptado a personas con movilidad reducida, lo único que tiene es plazas de aparcamiento adaptadas, supongo que están obligados a ello. Tiene escaleras por todos lados, es un poco laberíntico. Un rollo tener que cargar con el equipaje por todas las escaleras. Tiene ascensor, pero no funciona. El primer día, el desayuno muy poco variado, de repente, el segundo día, pusieron una tercera mesa con comida y mucha más variedad. Por ejemplo, el primer día solo había minicroissants de chocolate y sin él. El segundo día también había mininapolitanas de chocolate (no estaban muy buenas, todo sea dicho). El primer día no había huevos, el segundo los había revueltos, cocidos y a la plancha. Ya me había dado la impresión de que este hotel era más bien un picadero, no creo que tengan mucha gente de larga estancia, porque si no, cómo vas a hacer algo tan poco profesional como poner unos días el desayuno mejor que otros tan descaradamente. Si tienes menos ocupación un día, pones menos cantidad, pero lo de que haya tan poca variedad de producto un día y al siguiente no .... Eso no lo había visto nunca. He de decir, que el pan y el embutido estaban buenos. Lo que no me gustó nada, primero que en un hotel de la Comunidad Valenciana, el zumo de naranja sea artificial, y bastante malo por cierto, eso resta mucho, y segundo, que los tes tengan los nombres en alemán o el idioma que fuera, excepto uno rojo de Hornimans que estaba escrito en español el etiquetado, En la habitación, teníamos unas bolsitas de té, de la marca mencionada, que estaban que daban pena, todo el envoltorio roto y sobado, eso no se

Nos hizo una estancia muy cómoda , placentera y agradable Silvia Orts , una gran profesional. Estuvimos encantados por su atención en todo momento