Hotel Rural Aqua Luna Spa

Este hotel ha cambiado de propietarios y ya no es lo que era, el desayuno que ofrece es literal una tostada, zumo, bollería y cafe de comida procesada de la peor calidad que puedes encontrar en el supermercado, es una pena con la buena calidad que hay e la zona. El nuevo propietario no acepta las valoraciones de los clientes y se cree que tiene razón, no merece la pena discutir con el , es un cabezon. El Spa ya no tiene la limpieza que tenia la anterior propietaria ni el uso, contratamos el jacuzzi una hora y nos salimos antes porque el agua no estaba limpia. El agua se calienta con paneles solares y no se puede mezclar con agua tibia por lo que los días de sol es prácticamente imposible ducharse si quemarse la piel, lo comentamos el primer día y nos dijeron que era normal, creo que necesita repararlo. Lo mejor sin duda es la atención del chico jovencito de recepción.

Ha sido un acierto fantástico. El alojamiento, las habitaciones, desayuno, cena, el spa excelente. Que bien se duerme, come y se está en este hotel rural. Una atención personalizada que recibes no la encontraras ni en hoteles de 5/6 estrellas por la amabilidad, respeto y cariño que desborda el mismo dueño, Lilo. Muchas gracias.

Una experiencia maravillosa. María y su familia son un encanto. Nos han tratado como si estuviese nos en nuestra casa, muy familiares y muy amables con nosotros. Respecto al hotel, impoluto en limpieza, habitaciones amplias y con todo lo necesario. Aparcamiento justo enfrente del hotel. La experiencia del spa estuvo genial, disponen de todo lo necesario para relajarse, con previa reserva es privado para cada pareja, familia, etc... Muy repetible y muy recomendable, para nosotros un 10.

El hotel, el lugar donde se encuentra, el trato que recibe el huésped, todo, son excelentes: la habitación están muy bien, el lugar es ideal para relajarse y dejar fluir el tiempo y dejarnos llevar, existiendo ademas muchas excursiones que los alrededores nos ofrecen por su riqueza histórica y naturaleza.

El sitio es genial. Las habitaciones limpias y de muy buena calidad. Natividad, la dueña, un encanto. Siempre serviciales y atentos. El jacuzzi que tienen es fantástico. Una gran experiencia. El tiempo no acompaño mucho en las fechas en las que fuimos pero el sitio merece mucho la pena.

Nos regalaron un cofre de "la vida es bella"qué incluía cena degustación con botella de vino Prieto picudo, desayuno buffet y tratamiento de belleza y spa. Llegamos al hotel por la tarde y nos dimos un paseo por los alrededores sin encontrar ni un sitio donde tomar algo decentemente. La habitación normal, las toallas necesitarían un cambio, la recepción no existe,es un batiburrillo de papeles y montones de cosas. La cena degustación era un poco de zorza, unos filetes de lomo adobado, una ensalada de bolsa, un vino pésimo y una lasaña recalentada de brócoli. Ah me olvidaba una crema de calabaza que era lo único comestible de todo. Sillas endebles, mesa que de movía,.. en fin muy deprimente. Mis quedamos a dormir porque no nos íbamos a ir a esas horas pero solo tenía ganas de llorar. La persona que nos atendió era amable pero no se puede llamar a ese sitio "spá" Por supuesto que no me iba a quedar a desayunar ni a ningún tratamiento de belleza viendo la calidad de la cena. Siento que mis seres queridos se hubieran gastado el dinero en ese cofre. Es un timo y un engaño. Jamás volveré y no se lo recomiendo a nadie