Axel
29. maaliskuuta 2025
Al llegar al hotel y abrir la puerta principal te teletransportas en ese momento a un hotel en Suiza o Noruega, volteas y ves el esplendor que caracteriza la ciudad de puerto natales, pudimos tener la buena suerte de salvó nuestro último día de estancia completa; climas favorables que hacían que las ventanas fueran pinturas renacentistas, es increíble las vistas, el mobiliario hace referencia a la generación milenial y centenial con la bañera y pinturas rupestres, las diferentes exhibiciones de vino hacen de cada lugar una experiencia, y la habitación que nos tocó la 201 creo al ser la última del ala noroeste tuvimos la dicha de poder disfrutar los atardeceres que nos regaló nuestro cuarto, increíble, incomparable, definitivamente la siguiente vez que vaya pelearé esa habitación.
Käännä