Hotel con amplias instalaciones, con casino, pileta, tiendas y restaurantes. La pastelería/bar Las Hadas, tenía muy buena comida, buena atención y se encontraba abierto las 24hs.
La habitación era grande con linda vista al Océano Pacífico y todos los días dejaban agua embotellada de cortesía.
Un punto negativo es que 1 día se olvidaron de hacer la limpieza de la habitación. Al llamar a recepción para reclamar, nos ofrecieron hacerla, pero ya era de noche.
Como opinión personal, no me gustó que el baño tenga un vidrio esmerilado en vez de tener una pared, por lo que no tenía mucha privacidad.