Irana Pacific Hotel

No creo que haya muchos sitios en el mundo donde uno se sienta tan desconectado de todo. Irana no es un hotel, es una experiencia en si mismo. El entorno de ensueño, las cabañas preciosas, los detalles en la estancia (comida, lencería, jabones, colchones...) con un gusto increíble. Despertarte al amanecer, bajar la escalera de la cabaña y meterte en el mar en esa playa con una arena que parece harina es algo que yo voy al volver a hacer (volvemos sin duda). Para hacer actividades, no hace falta que planifiques nada... Marcela, la anfitriona, te organiza todo sobre la marcha. Recomendado ir mas de tres días, para poder disfrutar de las actividades y dejar tiempo para disfrutar de "No hacer nada" Llevaros, un bañador, un buen libro y una cámara de fotos... no hacen falta mas cosas!!!

Esta en una ubicación alejada de todo para relajarse, muy autentico, hay que tener en cuenta que estas en plena naturaleza y el mar al tener la arena negra es oscuro. Quizás la habitación le faltaba sitio para dejar la ropa etc, solo esta la cama nada mas, la comida es la que es y ya, en mi opinión relación calidad -precio se debería ajustar un poquito mas, por otro lado la atención de Marcela es correcta, nos hizo fotos y videos que nos iba a enviar y han pasado 4 meses y después de haber insistido sigue sin enviar creo que le importa mas la reseña que el cliente todas las actividades son con coste. Quería la reseña de trip a cambio de las fotos y al no tener trip no llegaron nunca, pero bueno ya lo tengo y aqui esta su ansiada reseña.