Palacio de Sancti Petri Gran Melia

Servicio del personal inmejorable. Habitaciones,limpieza,ubicación perfecta.Muy recomendable.Sin duda repetiremos.Siempre un acierto la cadena Melia.

El Palacio de Sancti Petri del Meliá ha sido el mejor hotel de España para nosotros (fuimos 6 adultos y cuatro niños). Las instalaciones son maravillosas, el personal te hace sentir como reyes. Los niños de nuestro grupo, de entre 4 y 8 años, gozaron en el Kids Club. Realmente una experiencia insuperable.

La valoración del hotel en general es excelente el personal muy amables y simpáticos la ubicación excelente las instalaciones muy muy buenas

Un lugar mágico donde el lujo discreto, el entorno natural y la atención del personal crean una experiencia única. Perfecto para descansar, desconectar y dejarse cuidar. Volveremos sin dudarlo, como cada año.

Cuarta visita, y como las dos anteriores genial, con muy pocos peros a poner a una estancia de 14 días, pero es así… hay “peros” que bueno no se si por la nueva dirección, por nueva política de restricción de gastos o por lo que sea notamos algunas carencias que no habíamos observado en nuestras dos anteriores visitas que rozaron la excelencia. Comenzare indicando lo que hemos notado que no nos entusiasmo en nuestra reciente visita. Somos clientes ” melia rewards platinum “ y una de las ventajas que tenemos es la de tener opción a Upgrade de la habitación siempre y cuando haya disponibilidad, en 4 visitas jamás tuvimos esa opción siempre tuvimos la habitación contratada, por lo tanto deberá estar lleno el hotel, mala suerte pero seguro que así será. Era nuestras bodas de plata, en el hotel tenían constancia de ello ya que lo reflejamos en la reserva, y tal es así que la tarjeta de bienvenida hacia constancia de ello, por lo tanto no fue cuestión de desconocimiento o despiste, en 14 días no tuvieron un solo detalle al respecto, me sorprendió y mucho, negativamente por supuesto. Desayunábamos En buffet de red Level, cambiaron y a nuestro entender redujeron las opciones de la carta, así como la mantequilla que era casera o al menos la ofrecían en unas tarrinas de cerámica ahora las cambiaron por unos blíster industriales, el jamón de los primeros 10 días no era el jamón que nos pusieron después y mucho menos del que disfrutamos en anteriores visitas, teníamos a disposición yogures líquidos “actimel” no siendo así este año. Las toallas de la piscina en varias ocasiones nos las entregaron con agujeros, algo impensable en otros tiempos. En la piscina del Red Level teníamos a disposición brick de agua fresca en todo momento, así como frutos secos para poder disfrutar de ellos mientras tomabas el sol o te bañabas, pues este año desaparecieron, estuvimos un par de días sin saber de su existencia, hasta que pregunte a un chico que atendía la piscina y me indico que las teníamos a disposición solicitándolas en el bar de la piscina, suponía la incomodidad de tener que salir de allí para ir a por ellas, pero seguían estando disponibles. También nos llamó la atención que el año pasado teníamos en la habitación un serillo personalizado con el nombre del hotel para llevar a la piscina o la playa, en cambio este año que teníamos mas días, mejor habitación no teníamos dicho obsequio, algo llamativo, por suerte coincidimos unos días con una amiga que pasaron un fin de semana con nosotros y el que le regalaron a ella nos lo ofrecío, pero insisto se lo tengo que agradecer a ella, no al hotel. Hasta aquí los puntos negativos que hemos observado en todos esos días, en la parte positiva absolutamente todo lo demás y especialmente el personal que atiende el hotel, absolutamente todos ellos encantadores, amables, profesionales… siempre con una sonrisa y nunca con un no por respuesta, es el verdadero tesoro del Palacio Sancti Petri, como siempre considero que voy a

Una de las mejores estancias que hemos tenido en un hotel. No es una experiencia económica, pero desde luego si tenéis posibilidad es algo 100% recomendable. Todo el personal es increíble, desde la recepción hasta el personal de piscina, pasando por todo el personal de limpieza y restauración. Se han volcado en ayudarte con cualquier problema y siempre dispuestos a buscar una solución. Todo muy limpio, instalaciones muy bien cuidadas, buffet de muy alta calidad, y, los restaurantes muy muy bien. Hotel a pie de playa (La Barrosa) con acceso directo y privado a la misma. Nuestra habitación era una Premium (muy muy bien!) con cama king, terraza, y bañera+ducha en el baño. Sin duda, una grandísima experiencia para repetir!! Volveremos seguro. Mil gracias a todo el personal del hotel por su comportamiento, educación y saber estar.