Hôte Labyrinthe Lit 180 cm Salle de Bain, Petit Dej Compris

Séjour chez Annie notre peintre anglaise Nous arrivons l’immeuble en travaux Mais le studio était bien prêt nous sommes ses premiers clients Vue sur place centrale à côté de la mairie de mirepoix l’hôte quoique très affairée dans ses trvx à l’étage au dessus nous a bien accueilli Nuit parfaite lit 180 vue place historique aucun bruits Les aliments du petit déjeuner nous attendait à l’entrée du studio ce matin Au départ notre hôte nous avise attendre son déménageur.. au final très bon séjour malgré des conditions difficiles pour l’hôte A noter excellente propreté et belle déco ´bohème ´

Bonne adresse Très bon accueil et belle chambre très confortable. Petit déjeuner très copieux. Je recommande.

Très bon séjour Accueil très agréable. Chambre spacieuse, calme et joliment décorée. Petit déjeuner copieux.

Authentically perfect Amazing, perfectly authentic guest house. Excellent location and miss the balcony already

Séjour agréable Petit déjeuner copieux , nous avons très bien dormi dans un lit confortable. La maîtresse de maison accueillante et agréable

Elegimos este alojamiento basándonos en críticas que lo describían como un lugar limpio. Sin embargo, nuestra experiencia ha sido totalmente opuesta. He dejado dos estrellas solo porque la ubicación es buena y la dueña es una persona amable, lo cual es lo único positivo que puedo destacar de este lugar. Sobre la habitación: • La habitación estaba sucia, llena de polvo acumulado. • Las sábanas y toallas están viejas y descoloridas, en un tono indefinible, ni blanco, ni gris, ni morado. • Había manchas amarillas de goteras en el techo. • El baño está dentro de la habitación, separado de la cama solo por un biombo. • El sonido del inodoro de la habitación superior es muy presente. Por la noche, la dueña cocinaba pescado, llenando toda la casa, incluida nuestra habitación, con olor a pescado frito. Costaba dormir con el olor. Desayuno: El desayuno consistía en café, zumo, pan, mantequilla, mermelada casera, croissants, napolitanas y un plátano. Hay suficiente cantidad pero no había opciones saladas. El desayuno se servía en un comedor lleno de trastos, con una cama para perros y montones de cosas que necesitaban ordenarse. Había una montaña de ropa de hotel en una esquina, papeles de administración en otra, cosas de compra en el siguiente y más cosas desordenadas en diferentes rincones. Comer entre tanto desorden no es nada agradable; solo deseábamos salir de allí cuanto antes. Hotel: Al entrar, te reciben dos perros que corren hacia ti ladrando. No sabes cómo tratarlos ni puedes moverte hasta que la dueña aparece y les pide que se aparten. Esto ocurría cada vez que intentábamos entrar o salir del hotel. Nos gustan los animales, pero no vinimos para esto. Nunca habíamos visto algo similar en ningún otro lugar. En general, la casa es vieja y podría tener su encanto si no estuviera abarrotada de intentos fallidos de proyectos de manualidades que están por todas partes acumulando polvo y que, por cierto, están en venta. Algunos en la habitación con precio marcado. En resumen, una experiencia que no recomendaría.