Hosteria Maiten Escondido

Visita por trabajo Esperabs mas amplitud pero estuvo bien, me atendieron pronto una queja

Un sitio muy tranquilo ya que se encuentra ubicado entre los árboles alejado a unos 2 km del centro. Amplio jardín con juegos para niños y piscina al aire libre climatizada. La habitación muy cómoda con calefacción central. Personal amable y bien predispuesto. Rico desayuno. Cuenta con restaurante.

Leyendo algunas de las reseñas, es entendible el porqué parecen coincidir en que el personal del hotel está sobreexplotado; apenas habiendo dormido dos noches, yo también tuve la sensación de que así era. La persona que me ingresa el día de mi llegada, ni siquiera estaba en Recepción (que al momento, se encontraba desierta) sino que, tras escuchar probablemente la campanilla que yo hacía sonar, detuvo sus labores en las habitaciones superiores, y procedió a atenderme. No recuerdo haber visto nada más por el estilo, y tanto personal de cocina, como de Recepción con quien tratase los días siguientes, se comportaron tan profesionalmente como cabía esperar. Pero sí es evidente que para tantas habitaciones, el número de trabajadores se queda chico. La propiedad es claramente un mini castillito, hermosamente construida y con decoración andina. Si consideramos la propiedad toda, con jardín y espacio de piscina incluidos, podrían haber claramente apuntado a un servicio de lujo o mínimamente, de calidad superior. Uno supondría que los desarrolladores no son claramente del área de Hotelería, pero hoy en día, hay cientos de consultorías que ayudarían a subir unos cuantos puntos el servicio prestado (y consiguientemente, quizá, también tarifa diaria). Para aquel viajero que espere una prestación de alto nivel, este hotel le resultará una decepción; por otra parte, para quién sólo quiera dormir, hacer base en un lugar no demasiado caro y sin servicios adicionales, esta hostería, si bien un tanto alejada del centro, es el lugar casi perfecto.