Amancio Hotel & Cabañas

Sólo almorzamos en el restaurant, nos encontrábamos de paso x la villa. Nos atrapo la arquitectura del lugar y entramos. Sorpresa ya que el servicio fue muy malo. La demora eterna, pedimos empanadas que era lo mas rápido. las de carne ricas, las de hongos de pino tan fuertes que eran incomibles: eran las únicas que tenían. La ensalada cesar vino con pescado en reemplazo de pollo. La mesa fue servida solo con vasos y menos de los comensales que eramos. Cuando llego la comida nos la dejaron y se fueron. Tuvimos que levantarnos a buscar un tenedor para la ensalada y servilletas de otra mesa. Sin platos, comimos las empanadas con servilleta, ya solo queríamos irnos. Para cobrarnos nuevamente una eternidad. Carísimo para lo que era. En San Martin comimos excelente a menos precio. No volvemos.

Nos hospedamos 2 noches en Amancio de Lago Piruquina. El lugar hermoso, la tranquilidad del lugar es extraordinaria. Buenos senderos para recorrer durante la mañana, se puede visitar sector los pozones en el río, complejo para ir con niños por la bajada al mismo que es muy empinada. Con respecto al hotel, la infraestructura es bonita y la amabilidad al recibirte bien también. Lo negativo, falta limpieza profunda en habitaciones, muy mal en ese aspecto, encontramos un calcetín bajo la cama de algún pasajero anterior, espejos no limpios, artefactos de baño también se nota que no los limpian. Tuvimos que insistir para tener calefacción y las noches aunque sea verano son frias. El valor del alojamiento igual varía mucho, nos encontramos en un restaurante cercano con otros pasajeros argentinos y por la misma habitación que ocupamos nosotros pagaron 25 mil pesos argentinos y nosotros 40 mil. Los servicios adicionales del hotel no fueron ofrecidos, como sauna, masajes, entre otros. Volvería quizás pero tienen que mejorar bastante en ese aspecto.