Cabañas Campanario

Las cabañas son parte de un hotel hermoso del mismo nombre. Ellas quedan en la parte posterior. Para los que van en auto, cada cabaña cuenta con estacionamiento y te abren de inmediato si es que tocas el timbre o llamas al número que aparece en el portón. Sobre las cabañas, dejan harto que desear. Llegamos y estaban sucias. Yo soy muy TOC con el tema pelos y el piso tenia de todo tipo de pelos, así también las paredes del baño y ducha. Asimismo, los rincones de las piezas tenían mucha suciedad, polvo pegado. Lo mismo bajo sillón y cama. Las toallas medio viejitas y ásperas ya por el uso. Lamentablemente tuvimos problemas con Internet. No nos daba la señal para, por ejemplo, poder trabajar, hacer video llamada o reuniones. Otro aspecto a mejorar es el desayuno, no fueron puntuales a pesar de que teníamos pedido un horario especifico que ellos mismos ofrecieron como alternativa. Ahora, no todo fue malo. Las cabañas tenían las camas perfectamente limpias. Ningún pelo en ellas y todo blanco. Las almohadas muy altas, dormimos sin ellas. También celebramos que el baño tenía shampoo, bálsamo y jabón en ducha. La cocina tiene un dispensador en la pared de lava lozas, eso es muy bueno igual. Cuando pensamos en irnos por las cabañas y demoras de los desayunos, fuimos muy bien acogidos por Johan y Tania. Ellos son tremendos, muy resolutivos, con excelente disposición a ayudar rápidamente y satisfacer al pasajero. Nos ofrecieron cambiaron al hotel, con pieza vista al mar, pero no era nuestra idea abusar sino más bien que nos limpiaran la cabaña. Si aceptamos desayunar en el hotel, donde nos super atendió la señora Ana Maria. Una tremenda anfitriona. Si no es por ellos 3 nos vamos a un lugar mejor. Honestamente, no se si volvería a las cabañas pero si al hotel. Es precioso y la ubicación es muy buena. Esta a 2.6 KM del Faro. Lo que si, no hay farmacias ni supermercados "cerca". Tuvimos que ir al mall por compras grandes. Cerca hay un par de mini markets y verdulerias que sacan de apuro. Esta al lado de las principales discoteques tipo Kamikaze, por lo que suele escucharse durante la noche un poco de la música de esos locales. Finalmente, queremos agradecer la ayuda de todos por permitirnos mejorar nuestra percepción y experiencia. Eso marca la diferencia. Johan es muy amable, servicial y muy responsable. Hace se guia, manager, administrador, uf! Un multifascetico. Las cabañas no tienen secador de pelo, pero yo pedí en recepción y me prestaron de inmediato uno pequeño. Para los friolentos, las cabañas tienen calefactor eléctrico. También importante señalar que hay una piscina, pero cuando llegamos estaba verde por desuso y ya a los días siguientes empezaron a limpiarla para habilitar su funcionamiento.

Me quedé en una cabaña con mi familia, baños muy antiguos, el desayuno tipo bufett está disponible solo para quienes se alojan en el hotel, un poco discriminatorio considerando que igual estás pagando por un desayuno continental incluido, a las cabañas te llevan una bandeja con lo básico.