Parador de Guadalupe

Una buena parada después de las vacaciones para descansar, relajarse y retomar de nuevo el día a día

Personal, entorno y restaurante estupendos. Está enfrente de la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe.

En primer lugar decir que somos asiduos de paradores. Estuvimos alojados mi pareja y yo. La habitación excelente, la persona de recepción nos ofreció una habitación con vistas superior a la que había reservado pero por 20 euros más diarios, en total 60 porque estuvimos 3 días. Hasta aquí bien. Lo negativo fue en el desayuno que teníamos incluido. Escaso para un parador, se paga lo mismo que en todos los paradores pero no había ni la mitad de productos que tenía el anterior parador en el que nos alojamos, el de Sigüenza. Ni frutos secos, ni fruta en piezas, guacamole de varios días, no estaba fresco, color marrón que se camuflada con el humus. En cuanto al personal, la cosa no mejora, cuando llegas no hay quien te reciba dentro de la hora de entrada, si tienes que pedir algo extra como la comida caliente o cualquier otra cosa tienes que esperar a que salgan de la cocina y alguna vez nos hemos ido sin poder pedirlo. Nos hemos sentido como si el cliente estuviera de más. Esto mismo lo indique en la opinión que te piden dias después de la estancia y no me respondió el responsable del parador como en otros paradores, sino una persona de recepción. Es importante que las opiniones sean buenas o malas les lleguen a las personas responsables de mejorar. Estamos hablando de la cadena paradores que se distingue por su atención.