Castillo de Grisel

Hemos estado en el puente de mayo un grupo de 17 amigos y ha sido una experiencia inolvidable . Hemos alquilado el castillo entero. Tiene todo tipo de servicios: cocina grande y equipada, comedor amplio que sírve de discoteca, diferentes salones con chimenea, terrazas con sillones, patio con barbacoa, habitaciones muy comodas y bonitas , posibilidad de alquilar trajes medievales, en fin, nos ha dado una pena irnos esta mañana . Y luego la zona, con rutas de senderismo por el Moncayo !!

A beautiful castle with amazing views of the landscape, in a charming town. The rooms are spacious and each one with its own unique charm. The dining room really creates a medieval atmosphere and the archaeological artefacts exhibited in the castle are great for understanding the history of the castle and the work the owners have put into restoring the building. The team (Luis, Elena, Manuel and Mapi) were amazing and dedicated to making sure we had the best time there.

Espectacular estancia en el Castillo, ha sido como retroceder a la Edad Media. Los disfraces y la cena medieval una opción muy acertada. Desde el primer contacto con Elena, hasta nuestra marcha, todo han sido facilidades. Su hospitalidad tanto de Elena como se Luis, un 10. Gracias Elena, volveremos.🥰

Fuimos toda la familia a celebrar el cumpleaños de mi padre. Pasar un fin de semana en un castillo es algo muy especial para los niños y para los adultos. El castillo de Grisel es precioso, tiene mil detalles y sobrepasó todas nuestras expectativas. Los anfitriones fueron muy amables y con su profesionalidad consiguieron que la experiencia fuera perfecta.

Experiencia increíble! Elena nos atendió con mucho cariño, nos aconsejó qué visitar, dónde comer, etc. La habitación en muy buenas condiciones y una atención inigualable. Recomiendo desayunar en lo alto del castillo mientras observas las vistas al monte y al pueblo ;) Muy recomendado para sorprender a tu pareja! Nos llevamos una experiencia inigualable

Nuestro viaje de Asturias a Girona nos llevó por casualidad al Castillo de Grisel, que nos sorprendió durante los 2 días de estancia muy gratamente. La hospitalidad de Elena fue exquisita desde el primer momento, haciéndonos sentir como en casa. Su ayudante Giada, siempre atenta, nos mostró los rincones del castillo, contándonos su historia y reconstrucción con entusiasmo. La terraza de la habitación "Viajero" nos ofreció unas vistas espectaculares al campo y nos transmitió una sensación de paz y tranquilidad absoluta. Disfrutamos paseando por los alrededores de Grisel, conociendo a su gente y visitando la encantadora ciudad de Tarazona. Tenemos la intención de volver próximamente, pero ya con más tiempo para conocer a fondo el entorno.