Peninsular

Hemos estado anteriormente en este hotel y no tuvimos ningún problema, pero esta vez llegamos a hacer el checkin más tarde. Nos dieron una habitación en la primera planta exterior a la calle, y cuando entramos se oía mucho el ruido exterior, como si se hubieran dejado la ventana abierta, pero comprobamos que no era así, que era la ventana que estaba rota por uno de los lados y habían puesto un trozo de poliespan pegado. Bajamos a recepción a que nos cambiaran de habitación y nos dijeron que no había nada más disponible porque "eran Ferias", que mirarían a ver qué podían hacer con la ventana. Cuando regresamos por la noche todo seguía igual, y tuvimos que dormir así, con el ruido de la calle dentro de la habitación, menos mal que habíamos comprado tapones. A la mañana siguiente lo volví a comentar en recepción, que la ventana estaba rota y el poliespan solo quitaba el aire pero no el ruido. La chica se disculpó y me comentó que lo mirarían, pero me parece lamentable, no tenían que haber dado esa habitación a nadie si no estaba en condiciones, y encima a un precio elevado por ser las fiestas. No volveremos.

Excellent value (we paid around €80 for a large double room in high summer) An easy walk (less than 10 minutes) from the old town, just across the river, and vast plaza de la Independencia, a 'plaza mayor' surrounded by bustling cafes and bars). Particularly friendly and helpful reception staff. But the main value lies in the bedroom, large by any standards and with a commensurately large bathroom. The decor - lighting, plenty of polished woodwork, a spacious desk - recalls the 1970s, while the large bathroom has the usual equipment, plus bath and - equally and agreeably old style - a bidet.

The hotel is very central and almost everything in the old town is in walking distance. The rooms are. functional, clean and over all the basics you need. Breakfast is ok as well, but nothing very special either. One or two nights here are absolutely ok.