Rafael M
16. heinäkuuta 2024
La renovación se ha quedado corta y ha empeorado alguna cosa. Mantiene problemas en la habitación como: - El sonido desagradable del canapé cada vez que te sientas o mueves en la cama, señal de que siguen siendo los mismos. - Puerta interior no cierra y chirría al intentar cerrarla. - Mala ubicación de los enchufes, debajo de las mesillas que obligan a retirarlas si quieres cargar el móvil. Ha empeorado en que: - Antes la cafetera de la habitación era gratuita y ahora tienes que solicitarla y tiene un coste por consumo. - El café en el desayuno (buffet) antes era de autoservicio (lo que suele ser un buffet) y ahora es servido en mesa. Como los camareros apenas pasan por las mesas, habrás de conformarte con un café, con lo que posiblemente consumas menos de todo lo demás. Esto, unido a que la presentación de los productos a coger es "minimalista", no sea que te animes, se aprecia un claro deseo de que cuides lo que comes, no sea que engordes demasiado en tu estancia. La ubicación del hotel es mejorable ya que, aunque está en primera línea de playa, carece de aparcamiento propio y está en la zona de aparcamiento regulado del ayuntamiento que, como mínimo, es una molestia tener que estar pendiente para que no te multen. Otra cosa que se está poniendo de moda son las tasas turísticas que cobra el ayuntamiento de Figueira. No es culpa del hotel, pero me parece impresentable. Al menos este, lo deja claro en el momento de la reserva, no como otros que lo omiten y te la encuentras en el check-in. No quiero dar la impresión de que es un mal hotel, pero nos alojamos en él con la esperanza de que habría mejorado los fallos groseros que tenía y la decepción es evidente.
Käännä