Vieraskäyttäjä
18. huhtikuuta 2025
Estuvimos una noche mis hijos y yo y les quise dar una sorpresa, alojándonos en un hotel de lujo en Francia y ubicado en un antiguo Château. Vaya por delante que como es la primera vez que me alojo en un hotel cinco estrellas en Francia, ignoro como es el servicio de esta categoría en el país, pero habiéndome alojado en hoteles de cinco estrellas en España, si puedo establecer comparaciones. En general el hotel no está mal, aunque hay algunos aspectos del mismo, que denotan desgaste y que le hace falta una renovación (ventanas). Curiosa habitación con un interruptor a la entrada, que no enciende nada y tienes que recurrir a las luces de lámparas de pie y de mesitas de noche, usando la linterna del móvil primero, para no tropezarte. No hay aire acondicionado en la habitación y se proponen unos ventiladores de pie; en un hotel cinco estrellas, esto no tiene lógica. El baño de la habitación requiere de una renovación en bañera y plato de ducha, así como una cortina o estore que permite tapar la ventana del excusado. No hay secador y mi hija tuvo que secarse el pelo con una toalla a medias; si existe este servicio, no se informa adecuadamente. La ubicación del hotel, es espectacular; estás en un entorno realmente bucólico y casi de cuento: en el centro de la campiña, rodeados de verdes prados y bonitos bosques, presididas por las imponente ruinas del Château de Fère. Esto es un handicap a tener presente, porque al estar en la nada, no tienes nada más que lo que te ofrece el Château y aquí hay otro punto débil importante. El servicio de restaurante, ofrece comida de alta y elaborada calidad, pero la oferta es de un único menú a un precio cerrado. Esto en un hotel de cinco estrellas, tampoco es admisible; mis hijos no iban a consumir un menú completo y no hay opciones a pedir platos adecuados para ellos. Si pides un plato, se te cobra más caro que el precio del propio menú y esto no se informa convenientemente en ninguna de las informaciones que ofrecen. ¿Recomendaría el hotel? Sin duda alguna por lo bonito que es el edificio por fuera y por el precioso entorno que lo rodea. La comida en el restaurante, es buena aunque no puedo valorar si vale le precio del menú que se ofrece, porque no lo consumimos. El desayuno incluido en el precio de la habitación, es correcto aunque era exactamente igual que el de un hotel de cuatro en el que habíamos pernoctado la noche anterior. No lo recomendaría si vas con niños, porque no hay opciones para que ellos puedan comer un plato que más o menos se adapte a lo que acostumbran y la carta, en un hotel de cinco estrellas, tiene que ser mucho más abierta y clara a la hora de informar precios y opciones. La habitación muy limpia, correcta, aunque algunos detalles como el del baño y el aire, creo que no son de cinco estrellas. Tampoco lo es que si solicito una habitación familiar para tres personas, la cama supletoria no esté montada y tengas que montarla tú. En España, esta situación en un cinco estrellas, no es admis
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