Izan Puerta de Gredos

Estuvimos en una de las suites,era enorme, camas cómodas y un jacuzzi estupendo, perfecto para relajarte ya que está a las afueras del pueblo y se respiraba mucha tranquilidad. Recomiendo 100%

Estuvimos alojados en la suite 1001, la limpieza inmejorable así como el personal de recepción, muy amables y serviciales. Desayuno muy variado, aunque la cena podría mejorarse, quizá otra opción para cenar sea mejor que el restaurante. Alojamiento totalmente recomendable para pasar un fin de semana de relax, y si es en la suite con hidromasaje, mucho mejor. Para repetir sin dudas!!!

El hotel tiene unas instalaciones modernas en un antiguo edificio a las afueras de El Barco de Ávila. El personal es muy agradable y atento. La habitación, moderna y con todo tipo de comodidades, estaba muy limpia. La cama, extragrande y cómoda, televisión de pantalla plana, buena climatización, minibar, excelentes vistas a la sierra de Gredos y cuarto de baño muy completo y con bañera de hidromasaje... Por último, decir que el desayuno buffet es excelente.

Un paraíso en la montaña. Precioso. Recomendable Volveré siempre !

Hotel situado en un entorno espectacular, tranquilo y con aire 100% de la sierra de Gredos (¡con nieve cuando estuvimos!). La habitación perfecta, en el segundo piso con techos de madra abuardillado, con un buen sistema de calefacción y cáma muy cómoda. La cena y desayuno muy buenos. Cumplió las expectativas que teníamos.

Hemos estado una semana en este hotel que se encuentra muy cerca de la localidad El Barco de Ávila. Se trata de un hotel 4* con encanto ubicado en un antiguo secadero de lanas del siglo XVIII, declarado bien de interés histórico. El complejo consta de varios edificios y amplios jardines. La antigua vivienda es hoy la recepción, restaurante, lobby, algunos salones, terrazas y varias habitaciones. Frente a este, en los almacenes, se encuentra el spa, con piscina cubierta (que no pudimos usar porque estaba en obras). Finalmente la tercera construcción importante es el secadero en sí donde se ubican la mayor parte de las habitaciones. Hay alguna otra edificación que son pequeños apartamentos. Nosotros tuvimos suerte porque nos tocó habitación con terraza en planta superior del secadero, con unas vistas preciosas. El alojamiento es moderno, con una decoración muy cuidada en todos los ambientes y dependencias. Las habitaciones son amplias, cómodas, luminosas y modernas. Todo está bastante limpio y la ropa de cama y toallas son excelentes. Por poner alguna pega, en nuestro cuarto de baño había bañera y no pie de ducha que hoy día es lo más frecuente y cómodo. Hay AA, wifi y tv en todas las habitaciones. Parking gratis. La comida bastante bien. Finalmente, el entorno es precioso y desde aquí se pueden hacer excursiones a lugares muy interesantes tanto culturales como de naturaleza. Un lugar fabuloso para pasar unos día y relajarse.