Box Art Hotel - la Torre

Lo mejor de La Torre son "mis Chicas": María, Sara, Lis, Gaby, Lucía, Bea, Carmen, siempre atentas, sonrientes, súper amables, te hacen sentir incluso mejor que en tu propia casa... sin olvidar Maruso, por supuesto. Hemos pasado ahí nuestro aniversario de boda en julio y hemos repetido para mi cumpleaños la semana pasada mi marido y yo. Esta antigua casona de sierra remodelada es ideal para desconectar y recargar baterías, faltan hasta motivos para asomarse a la calle. Desayuno casero y abundante rodeados de árboles, flores, un aire puro y el canto de los pajaritos. Descanso en la piscina y/o vuelta en bici por el campo, almuerzo y cena en el jardín o la terraza, amenizados por los platos fusión de Lucía. Y, sin duda, se duerme de lujo... (estuvimos alojados en la pequeña suite, que fue antiguamente una capilla, con su porche particular). Gracias a todas, volveremos en cuanto podamos.

Genial! El hotel es muy bonito y muy bien decorado. Muy pocas habitaciones que te hacen sentir como en casa. Excelente para una escapada desde Madrid. Las habitaciones amplias y muy cuidadas. El desayuno muy bien y además el restaurante KOMA de 10. Sin duda volveremos

Coqueto hotel rural con detalles muy positivos, atención exquisita, cuidadas instalaciones, un agradable restaurante (con carta y menú degustación) y algunos aspectos a mejorar. Nos alojamos en la Suite Torre y nos encantó. Está dividida en dos plantas: en la parte de abajo se encuentra el baño con ducha y el lavabo, lo más cutre de la habitación, un armario ropero, la cama muy cómoda y un bonito espejo; en la parte de arriba hay un agradable sofá y una bañera exenta. Las vistas desde aquí de la sierra son increíbles. Muy buena insonorización de la habitación y muy buena climatización. Como aspecto a mejorar más notable el baño. Rompe completamente con el buen gusto de la habitación y parece más una cabina de avión o un baño portátil. Además, el lavabo es mínimo, por lo que resulta poco funcional e incómodo. El desayuno nos encantó. Muy rico, amplio y bien atendido. Las zonas comunes del hotel incluyen una piscina exterior repleta de tumbonas y un Spa, que estaba cerrado por ser verano. El aparcamiento exterior es gratuito y el wifi funciona bien. Cuenta con diferentes salas repletas de obras de arte y catálogos de la misma temática. Volveremos para disfrutar de su spa y probar otros platos de la carta.

La comida y la atención es excelente, todos los platos tienen un sabor increíble y el lugar es muy bonito. Traen unas entradas riquísimas por persona. Un lugar para conocer en España Estuvimos en el restaurante pero tienen un hotel muy bonito Súper excelente!!!

.Hemos estado por tercera vez alojados en éste hotel, y lógicamente si “tripitimos” es por algo! Empecemos con lo positivo, la atención del personal es excelente, muy pendiente del cliente pero siempre con discreción. Disfrutamos del masaje, Fran consigue que alcancemos ese punto de relajación necesario, muy agradable y de esas personas que transmiten “paz”. Eso si quizás la duración muy ajustada teniendo en cuenta el precio…pero como capricho merece la pena. Desayuno espectacular, es casi como si fuese un menú degustación: zumo naranja, fruta (kiwi, plátano, uvas, piña), yogur cremoso con opción de semillas, en nuestro caso tostada de pan blanco y otra de pan de maíz (enorme!), acompañadas de aceite, tomate, pavo, queso, jamón Serrano, y para acabar parte dulce croissant, magdalenas de naranja y de zanahoria, hemos pedido dos capuccinos y bastante aceptables. Cena: Koma, muy tranquilo, el personal muy atento, te va explicando cada plato pero muy rápido. La comida muy buena, la cantidad? Bueno en la línea de este tipo de restaurantes, como recomendación el buñuelo de cocido!! Nos lo pusieron como aperitivo. Precio también en línea con el sitio. Instalaciones en general ok, acogedora. Habitación: Las dos ultimas veces hemos estado en doble superior, y hay que decir que es bastante normalita, pero cómoda y con nuevas vistas… ahora la parte del BAÑO es LO PEOR, además de ser bastante agobiante porque parece que estás dentro de un armario o tipo caravana, el wc es de una calidad horrible, cruje como si fuese de plástico malo, pegado a la ducha teniendo ésta un espacio bastante limitado, viendo las instalaciones por dentro incluso desde fuera no te imaginas ese baño tan CUTRE, porque quizás esa sea la palabra q lo describe, si eres claustrofóbico no reserves aquí (no sè como serán en el resto d habitaciones o suite) la zona del lavabo también es mínima y apenas tiene luz, si tienes por ej que maquillarte… olvídate! Yo acabe con la linterna del móvil. En resumen aunque el hotel tiene cierto encanto y es un sitio agradable, el baño resta muchos puntos, se ve cada vez peor … lógicamente a más uso más deterioro. Valoracion normal por lo que desmerece el baño…

Volviendo de Asturias a Murcia (está muy lejos) necesitábamos hacer una parada para descansar y qué mejor que en el Box Art. Un trato encantador y una cena exquisita en un jardín de ensueño. Volveremos (o mejor al nuevo de Navacerrada...).