Lumdsen
10. syyskuuta 2024
Encontramos este hotel en Ciutadella por casualidad, y era justo lo que buscábamos. Solo 10 habitaciones, rodeado de naturaleza, con piscina y solo para adultos. Desde la carretera hasta el hotel hay un camino privado de 500 metros. El establecimiento, rodeado de campos y olivos, es silencioso y abierto a la naturaleza. Las habitaciones son amplias, luminosas y en planta baja; la nuestra tenía vistas a la piscina. El baño muy correcto y una ducha con dos salidas excepcional. Tal vez le faltaría algún armario cerrado, pero tampoco sabría cómo encajarlo sin estropear el diseño del espacio. Desayuno servido a la carta con productos locales de la máxima calidad. Servicio amable, empático y muy eficiente. Un lugar ideal para desconectar del bullicio de las ciudades o para disfrutar de la tranquilidad, y a solo dos kilómetros del centro de la ciudad.
Käännä