Olimar II

Estancia funcional. En recepción muy amables. La comida justita, poca variedad y escasa calidad.

Llegamos al Olimar2 sin haberlo planeado, tras una muy mala experiencia en el establecimiento donde habíamos reservado nuestra vacaciones. ¡Fue un acierto! Es cierto que los apartamentos son antiguos pero en su mayoría están renovados, en concreto: la habitación, la sala y el baño. Tuvimos un problema con el aire acondicionado de la sala/cocina, al día siguiente lo arreglaron a primera hora y desde entonces genial. ¡La limpieza diaria de los apartamentos de 10! La calidad del sueño muy buena, no hay demasiado ruido y la cama es confortable. Las instalaciones comunes también están renovadas en su gran mayoría. La atención en recepción, en el bar, en el miniclub, el equipo de animación, el personal del restaurante, mantenimiento,… todos muy majos y atentos, no tenemos queja alguna. Si que es cierto que en fin de semana que hay mas ocupación quizás debería haber más camareros/as en el bar y restaurante. Escogimos MP y en general muy bien aunque hay puntos a mejorar. En el desayuno solo hay un espacio donde está el pan y se forman aglomeraciones, si una camarera está reponiendo alguna cesta no puedes pasar, debería estar distribuido en al menos 2 zonas para que no todo el mundo se acumule en un punto y no puedas ni pasar a coger una tostada. No me gustó el zumo, industrial de maquina, no es natural. En las cenas hay platos especiales para los niños, lo cual les encanta, y un montón de alzadores para colocar en las sillas a los más pequeños, siempre hay pasta y puré para los niños y algo que siempre les gusta: empanadillas, croquetas, barritas de merluza,… Aunque el buffet es pequeño es muy completo y variado, la plancha siempre está a pleno rendimiento, cada día con un plato distinto: pescado, lomo, pechugas,… todo muy bien cocinado y de buena calidad. El personal de cocina está continuamente pasando para ver si hay que reponer algo, nunca falta de nada. Lo único que no me gustó es que no se retiran los platos de la mesa, no pasa nada por levantarte y dejarlo en el carro de las camareras pero estando en un apartahotel me parece un punto a mejorar. La zona de miniclub, bar, parque de bolas, piscina y columpios, está cuidada y limpia, aunque como siempre la gente reserva tumbonas y luego no las usan en todo el día, algo que siempre me ha parecido lamentable. Como puntos de mejorar: - Las cocinas de los apartamentos son muy antiguas, piden una renovación a gritos. - Hay pocas zonas de sombra en la piscina, hacen falta mas sombrillas, ya que estas están fijadas al suelo y son escasas. - La llave del apartamento es de las de “toda vida”, y solo tienes una, pedí una 2ª llave y era bajo pago, lo cual no me gustó. El sistema de apertura con tarjeta no estaría mal como renovación. La ubicación del apartahotel es muy buena, a unos 100m. hay una farmacia grande y un supermercado (Spar). Bajando por la calle que está, más o menos frente a recepción, en 5 minutos estás en el paseo marítimo y playa, también está toda la zona de bares y restaurant

La estancia ha sido agradable, el apartamento muy bien, muy limpio. Bufet justo pero rico. Lo más positivo son los postres caseros, todos riquísimos, hechos por un pastelero llamado Jorge que además es una excelente persona. Punto negativo para el hecho de que no pongan gel y champú a diario (solo el primer día) hay un supermercado cerca donde comprarlo, pero creo que deberían proporcionarlo, como en todos los hoteles donde nos hemos alojado