Complejo hotelero muy grande con habitaciones y enseres. Hay una gran piscina, una para niños, un campo de juegos, una discoteca y un club infantil (lamentablemente cerrado). Adecuado tanto para parejas como para familias. Las habitaciones son mínimas; un poco antiguas, algunas un poco estrechas sin bidet, otras maiores, con bidet aptas para familias. La insonorización es tot inexistente por lo que resulta bastante molesto escuchar cualquier tipo de ruido. El restaurante es bastante grande y el buffet no está mal, variado. El punto fuerte del hotel es sin duda el personal: recepción, limpieza, mantenimiento y, sobre todo, el salón y la cocina.
Käännä