Vieraskäyttäjä
22. syyskuuta 2023
Les compartimos cómo Gerardo Saavedra y yo, fuimos víctimas de un secuestro virtual, y los detalles de lo que fue el peor día de nuestras vidas. Nos sucedió el pasado lunes 18 de septiembre en la ciudad de Oaxaca, en el hotel María Inés Hotel Suite ubicado en la Avenida Símbolos Patrios KM 4.5. El personal del hotel siempre se portó de manera muy sospechosa desde que hicimos en check-in; incluso la comunicación que tuvieron con nosotros durante nuestra estancia, fue a través de llamadas a nuestro celular personal, lo que nos pareció bastante extraño. Otra cosa que nos pareció muy extraña fue que la habitación de a lado de la nuestra siempre permaneció vacía pero con la puerta totalmente abierta. La segunda noche de nuestra estancia, después de media hora de haber llegado al hotel, aproximadamente a las 10pm, recibimos una llamada supuestamente “de la recepción del hotel” a nuestro celular, mencionándonos que se encontraba el comandante de la policía local en el hotel; nos mencionaron que habían encontrado un carro con reporte de robo en el estacionamiento en el cual habían encontrado armas de fuego y drogas y que tenían que asegurarse que no fuera el nuestro o que no conociéramos a los dueños del mismo. Seguido de esto nos proporcionaron en la llamada TODOS nuestros datos personales (Nombre, número de habitación, teléfono e incluso datos sobre el vehículo que habíamos rentado para el viaje), mismos que únicamente habíamos proporcionado al hotel al realizar nuestro check in. Nos sentíamos dudosos sobre la llamada, pero nos vimos obligados seguir en ella porque la voz de la persona que hablaba en la llamada se escuchaba en la habitación de a lado. Nos pidieron comprobar nuestra identidad para no ser molestados en nuestra habitación. Momentos después nos obligaron a contestar una videollamada en donde se mostraba ya no un comandante de la policía, si no un un sujeto armado que nos dijo que era integrante del CJNG. El supuesto integrante nos comentó que tenían el hotel tomado,rodeado, y vigilado. Que necesitaban sacar a unas personas del cártel contrario del hotel y que el edificio estaba lleno de sicarios dispuestos a matarnos si no cooperábamos con ellos. (Hacemos hincapié en que todas las voces y ruidos se escuchaban dentro del hotel, específicamente en la habitación de a lado, tal y como nos mencionaban en la llamada). Nos tuvieron vigilados todo el tiempo a través de la videollamada. Nos hicieron permanecer recargados a la cabecera de la cama, aterrorizados, sin movernos, sin hablar y sin hacer ruido durante 9 horas, con la amenaza de que entrarían a la habitación por nosotros. Después de las 9 horas, nos dijeron que ya habían terminado con su operativo en el hotel y que ya tenían control de las personas del cártel contrario. Que para irse del hotel tenían que asegurarse que nosotros y los demás huéspedes no hubiéramos filtrado información de ningún tipo. Posteriormente el sujeto nos pidió que hiciéramos lo que se nos pedía y nos
Käännä