Hotel Cuéntame la Puebla

房間設施基本沒問題。幾個小缺陷能改進更好：淋浴房地面鋪的大石板不很穩固，踩上去像蹺蹺板。沒有衣架和晾衣服架子，出門在外，每天還是要換洗衣服的。前台服務熱情周到，特別值得肯定。房間也十分乾淨整潔，住起來很舒適。

No air condition!😱, even the lack of water!😅

El sitio está adaptado para su función de hotel. Nos dieron una habitación abuhardillada que daba la sensación poquísimo espacio, de hecho había poco donde moverse. Una pequeña ventana en el techo de vigas de madera dejaba entrar algo de aire y luz...Lo peor fue la insonorización. Con ventana cerrada, el ruido de la calle peatonal (con múltiples chiringuitos) fue constante. No sé si Burgos carece de normativa sobre ruidos y locales de ocio pero este sábado estuvieron toda la madrugada con movimiento: jaleo de gente hablando y chillando (normal), ruido de golpes, etc. El casi que después de estar toda la noche en vela, quedó un grupo de personas, seriamente perjudicadas, cantando y chillando casi hasta el amanecer. IMPOSIBLE DORMIR ESA NOCHE!!! Lo gracioso es que cuando se lo comento en la recepción del hotel, se hace de nuevas, como si contara algo inusual. En fin, las expectativas no se han cumplido, además la limpieza no es una de sus cualidades.

No cumple los requisitos mínimos de un tres estrellas, habitaciones muy pequeñas, baños muy pequeños y sin bidet, habitación doble con una sola mesilla y una sola silla, armarios sucios y sin ninguna estantería, toallas sucias, sin recepción veinticuatro horas, escaleras de madera rotas y astilladas, lo que genera un peligro, sin cafetería, en fin un desastre

Es un edificio viejo reconvertido en hotel, con cuartos muy corrientes. Situado en una calle céntrica y ruidosa de día, aunque por la noche no se oye el ruido desde la habitación. Recepcionista amable. La recepción funciona de 9 a 14 y de 16 a 20. Hay un teléfono de emergencia para cuando hay problemas fuera de esas horas.

Dia de calor en Burgos, 30 grados.Habitación sin aire acondicionado, obligado abrir las ventanas, calle ruidosa no, lo siguiente, dos bares justo enfrente. Imposible descansar. Busquen otras opciones para su estancia en Burgos. No vale la pena

Los dos recepcionistas que nos atendieron fueron muy amables y atentos. La habitación limpia, acogedora y silenciosa. La ubicación excelente en zona céntrica. Sin duda volveremos en cuanto tengamos oportunidad. Gracias por hacernos tan agradable la estancia.

Estuvimos en la habitacíon con techo abuhardillado lo cuál la hacía pequeña, sólo teníamos la ventana del techo, pero para una noche de paso sin problemas. La localización es perfecta para ir andando a visitar la ciudad. Lo peor fue que por la noche se oía a la gente que estaba en la calle (me imagino que de algún bar).

¿Quieren que cuente? Pues cuento. Posiblemente de los peores hoteles en los que me haya alojado. Para empezar no funcionaba el aire acondicionado. De imaginan Burgos en pleno verano? Fue una experiencia similar a la tortura de un mártir: asados como San Lorenzo a la parrilla. Para suplir había un aire acondicionado portátil ensordecedor y por tanto inútil. Opción: abrir la ventana para disfrutar del fresco nocturno mesetario. Segunda tortura: asaetados cual san Sebastianes por los mosquitos y el chunda chunda de una discoteca cercana. Tercera tortura: la cama. Colchón obsoleto y almohadas sacadas de una cantera de piedra cercana. Y para finalizar para ducharse hay que ser funambulista: la alcachofa muy mona para una casa particular pero poco práctica para un hotel. Y cuidado las personas mayores con la altura de la bañera porque es peligrosa. Conclusión: creo que hubiéramos dormido mejor en una tienda de campaña a la sombra de las piedras catedralicias. Como aspecto positivo: está céntrico y el wifi funciona bien. No volvería ni a tiros.