Casa Menta

Si buscas privacidad no lo recomiendo pues los dueños viven ahí y te puedes sentir incómodo. Quizá pueda ser tu destino si buscas una experiencia de convivir con gente local. No te hospedes aquí si viajas con amigos y menos si son un grupo de mujeres pues los dueños no son tolerantes al ruido, ni siquiera de voces después de las 10 pm. Argumentan que la zona es muy tranquila, sin embargo en nuestra primer noche había una fiesta a lado, pero en realidad no nos causó ninguna molestia. Desafortunadamente no pudimos conocer el lado positivo de convivir con Gemma y su esposo, al contrario, nos llevamos un mal sabor de boca al mostrarse en muy muy poco control de sus emociones y poca disponibilidad de dialogar cualquier diferencia. Fuimos un grupo de mujeres, nuestra última noche decidimos quedarnos en la casa y “rompimos las reglas” por quedamos platicando, riendo y escuchando música en nivel bajo. Si las reglas era no ruido después de las 10 pm estoy de acuerdo que merecíamos una llamada de atención, sin embargo la forma en la que lo hicieron estuvo de más, en verdad hicieron cosas innecesarias. Recibimos gritos agresivos por parte de Gemma y de su esposo, inclusive recibimos una amenaza por parte del esposo. Intentamos dialogar con él para exponer nuestros puntos pero no nos lo permitió. Verdaderamente nos hizo sentir inseguras, vulnerables e incómodas al ser un grupo de mujeres expuestas a la falta de control de emociones de un hombre. La casa en general está limpia, te hacen el aseo diario, quizá no con la atención al cliente debida, pero te tienden la cama y te limpian el baño. Para nosotras no fue la experiencia deseada y también estoy segura que la mayoría de las estancias en Casa Menta son positivas. Pero es importante que los posibles futuros clientes conozcan las limitantes y a lo que se pueden exponer para evitar momentos desagradables para ambas partes. Con esta mala experiencia, mi sugerencia es que seas muy honesto en que las necesidades de tu viaje compartan con los valores de Gemma y su esposo.