Alicia S
6. toukokuuta 2024
Un hotel con sus luces y sus sombras. Si bien es entendible que a un hotel enclavado en una isla lejana en medio de un archipiélago de difícil acceso, no le será fácil cumplir con todos los requisitos que sí lo puede hacer un hotel de ciudad, hay cosas que no tienen que ver con la lejanía y el acceso difícil sino con la gestión. Empezando por la atención en recepción, dónde dos muchachas nos recibieron con mucha amabilidad y pésima eficiencia por parte de una de ellas, la más joven y bonita cuyos únicos méritos para estar allí parecen ser esas dos condiciones, ya que su nivel de incomprensión y tontera dificultaron enormemente un check in que no ofrecía mayores dificultades. Sugiero a la gerencia del hotel evaluar la permanencia de esa chica en ese puesto, no tiene la más mínima competencia para ello y su sonrisa permanente y asentir con la cabeza a todo lo que dice el huésped y luego no hacer nada al respecto, es más una falta de respeto que una actitud amable. Todo lo contrario del personal del restaurante, que encabezado por la brillante Giovanna hizo las delicias de nuestra estadía con su alegría, su inteligencia y su amabilidad y atención. Excelente la atención de Giovanna, destaque especial. Otra mención positiva merece el jardinero/DJ que se destacó por su buena onda, sus asesoramientos y su buena voluntad. Algunas fallas importantes en la limpieza de las habitaciones, fueron subsanadas luego de un fuerte reclamo por lo que nos quedamos con la resolución positiva de estos hechos y esperamos que se haga extensiva a los huéspedes que nos sucedieron, un punto muy flojo la limpieza de las habitaciones. Tampoco la piscina se destacaba por su limpieza, si bien estaba muy limpia de hojas y elementos, la turbiedad denotaba poco cuidado en la calidad del agua. El desayuno es correcto, aunque muy básico, dos variedades de pan para tostadas, mantequilla, mermelada solo el último día, algo de fruta, dos o tres comidas calientes y huevos revueltos, dos veces hubo una especie de torta de chocolate similar a un brownie que se terminó rápidamente y no se repuso por lo que la comieron solo algunos huéspedes. El hotel está muy bien situado en la pequeña playa Tortuga, que si bien no tiene las condiciones deslumbrantes de otras playas de la zona, es muy bonita y agradable y el agua es bastante linda. El punto en contra es que en la zona de playa del hotel específicamente es imposible entrar al agua por el cúmulo de hierros, alambres y materiales que hay no bien se entra al agua, conjunto de cosas que hizo que varios huéspedes se lastimaran los pies, es increíble que teniendo eso ahí ni siquiera pongan un cartel alertando que es peligroso ingresar al agua en ese lugar. Para entrar al agua nos dirigimos al límite del hotel donde se termina todo ese conglomerado y se ingresa sin problemas. La playa es bonita, tiene buenas tumbonas y sombra de los árboles y un buen servicio de toallas. Las instalaciones del hotel son muy buenas, aunque falta mantenimiento
Käännä