Pazo Almuzara

Excepcional. Muchas gracias a las personas que me recibieron y al espacio tan especial para conocer las Termas de alrededor y Ourense.

Perfecto para una escapada. Buen alojamiento y desayuno en un entorno envidiable. Fuimos entre semana en temporada baja por lo que por una noche nos sentimos dueños del Pazo ya que nos entregaron las llaves del mismo. Agradecer a Zuzana el recibimiento con visita al pazo.

Nuestra estancia en este Pazo ha sido tan confortable como tranquila. Felipe nos hizo sentir como si estuviéramos mejor que en nuestra casa. Amable, cuidadoso... Un lugar lleno de paz donde descansar ubicado en las cercanías de mágicos bosques.

Sorprendente Totalmente recomendable. Zuzana es muy amable.

Almuzara, clamor de piedras, es un pazo de lujo al alcance de casi ( escribo casi por no generalizar) todos los bolsillos. Majestuoso el edificio del siglo XIX, construido por un indiano natural de Boborás, que se hizo rico en " las Américas" comerciando con piedras preciosas. Habitaciones ámplias y muy acogedoras tanto en invierno ( muy buena calefacción) como en verano. Dos grandes salones decorados con muebles de estilo, preciosos jardines, una piscina olímpica y un parking grande, gratuito, ayudan a que la estancia sea muy placentera. Entro ahora a valorar el factor humano. Y advierto que no lo hago con imparcialidad, porque Carlota-- la gerente-- con su saber estar, su simpatía, su cordialidad y su cercanía, te hace sentirte como en casa. Es, a mí juicio, el alma del Pazo que a diario da el do de pecho bajo la batuta de Carlos, el propietario, un tipo muy interesante que sabe de casi todo. Obligado es, antes de finalizar, hacer referencia a la simpática señora de color que limpia y ordena las habitaciones. Volveré, D.m. con mi esposa, lo antes posible.

Un lujo al alcance de la mano Lugarñ hermoso, las estancias en plan antiguo es un lujo, tiene una entrada espetacular, con una escalera en caracol espetacular. En la planta superior un salón de lectura y otro para mirar la tv, y un solarium precioso, daba la sensación de estar en otra época. Tiene unos jardines muy chulos, con piscina para verano. Cuando fuimos había dos chicas, encantadoras, En todo momento atentas, y dándonos informaciones de todo, donde comer, donde visitar, donde ir a termas y balnearios, en algunos te hacen descuentos, si dices que estas aquí hospedado, repetiremos sin dudarlo. No dudéis es un sitió precioso.