Vieraskäyttäjä
18. heinäkuuta 2025
Mi marido y yo ya fuimos varias veces al Hotel Península Petit, y la verdad es que siempre volvemos porque nos encanta. Cada vez que vamos a Bariloche, ni lo dudamos: siempre lo elegimos. El lugar es increíble, está en la península San Pedro, rodeado de naturaleza y con una vista al lago Nahuel Huapi que nunca deja de impresionarnos, aunque ya hayamos ido un montón de veces. Uno de los motivos que más valoramos es el trato humano y cálido de quienes están al frente del hotel. Ya conocemos a los chicos que lo manejan, y reencontrarnos con ellos cada vez es un placer. Se nota el amor que le ponen a todo: desde cómo te reciben hasta los pequeños detalles durante la estadía. Nos hacen sentir como en casa, y eso no tiene precio. Las habitaciones son grandes, re cómodas, siempre súper limpias y con vistas que te sacan el aliento. Se respira una paz que realmente te ayuda a desconectar del mundo. El desayuno es un placer: abundante, casero, con cosas frescas y para todos los gustos. Es uno de los momentos que más disfrutamos cuando estamos ahí. Además, tienen una playita privada justo frente al lago donde nos encanta sentarnos a tomar mate o simplemente quedarnos mirando el paisaje. Es uno de esos lugares que transmiten mucha paz. Volvemos siempre que podemos porque es un hotel que se siente especial, cuidado en cada detalle y con una energía hermosa. Lo recomendamos sin dudar a cualquiera que quiera vivir una experiencia tranquila, distinta y en contacto con la naturaleza.
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