Hotel Spa Galatea

Nos dimos un masaje, y nos pasaron al comedor, (literal) de al lado, sin temperatura después de salir del spa. Poco profesional. Echamos de menos una bebida aunque fuera una maquina de agua en el spa. Por el resto , muy normalito. El masajista muy bien , pero el lugar del masaje (comedor) , bastante decepcionante ,te quedas helado ,sales mojado del jacuzzi y pasas directamente a una camilla entre las mesas de comedor.

Pésima atención por parte de Belén, (la dueña y que gestiona la recepción y desayunos). Es antipática, borde, le negó un yogur a una compañera, (recién operada de la mandíbula, vamos que se la veía sus aparatos en la boca), porque nuestro desayuno era el mediterráneo...(Tostadas, con fiambre), pero mi compañera no podía comer nada sólido. En qué hotel se ha visto, que todos tengamos que bajar a la misma hora a desayunar, (incluso el chófer del autobús, que tienen sus horas de descanso...). Que al bajar dentro del horario, le reprochó que porqué no había bajado con el grupo a la misma hora, surrealista... Después quiso cobrarnos el 50% de una persona que se puso mala justo el día antes de ir, refiriendo a que esa reserva ya estaba hecha, por supuestísimo que si, pero eran habitaciones compartidas, en una habitación triple, faltó una persona, a ella, no le afectó en absolutamente nada, que mi compañera se pusiera mala, puesto que no perdió la reserva, ya que la habitación seguía ocupada, pero en vez por tres personas, por dos...Totalmente una persona impresentable, desagradable, que no tiene tacto para estár cara al público.

Hotel muy correcto y superior a las dos estrellas que tiene. Las habitaciones buenas tamaño correcto y limpieza excelente. Por poner un pero las bañeras se deberían cambiar por platos de ducha ya que entrañan riesgos innecesarios. El personal un diez.